miércoles, 6 de abril de 2016

Reflexión sobre la Teórica del 31/03

 La consigna que nos habían dado era llevar a clase la que consideremos la mejor foto. Creo que a la mayoría de los alumnos nos pasó algo similar: podíamos elegir una foto que nos guste mucho o sea realmente buena a nuestro parecer, pero no estábamos convencidos si tomarla como “la mejor foto del mundo”. 
En la teórica pudimos observar que hay todo tipo de fotografías y fotógrafos y que, aunque en algunos casos el trabajo no parecía una obra de arte (como en el caso de la serie “Seascapes” de Hiroshi Sugimoto) por ser simples o básicas en cuanto a la composición y lo que muestra, no obstante es un gran artista y sus obras pueden considerarse para muchos “grandes fotos”. Es decir, no está determinado que hace falta para que una fotografía se convierta en la mejor, pero lo que sí podemos hacer para acercarnos a una idea de lo que es una gran foto, es observar lo que es una “NO gran fotografía”, como es el caso de las publicadas Zonaprop. Y en este caso creo que todos coincidíamos en caracterizarlas bajo ese nombre.
También vimos que una fotografía puede ser atemporal, es decir que no refleja el tiempo exacto en el que fue tomada y puede ser utilizada en cualquier momento; o que se refleja lo que el autor quiso en verdad contar a través de ella, como en el caso de Richard Misrach con la colección de Cantos del Desierto en la cual pretende mostrar cuan “desierto” está el desierto.
Yo creo que las grandes fotografías, y coincido con lo que se dijo en la teórica, son las que se capturan en el instante preciso o “decisivo” como es el caso de Bresson y el hombre fotografiado saltando el charco de agua. Esta es una fotografía que había visto al iniciar la búsqueda y me había parecido realmente buena por esto de considerar que está sacada en el momento justo, sin embargo se nota que tiene una composición, una simetría y que fue pensada por el autor.

Y en cuanto a la reflexión personal que puedo aportar es que me sentí más segura luego de la teórica sobre lo que había experimentado al intentar elegir lo que para mí era una gran foto. En ese momento sentí dudas sobre todo porque para mí la mejor obra es la que, por un lado me gusta mucho estéticamente y, por el otro la que es capturada en el momento justo como nombré antes. A eso hay que sumarle que me genere una emoción, ya sea por la belleza que refleja o por la historia que está contando. Y uno de los temas que más me conmueve a mi es la segunda guerra mundial y el genocidio nazi. Por lo que empecé buscando por el lado histórico pero ninguna de las fotos que encontré me convenció por el lado estético claramente por lo que termine eligiendo una de Ansel Adams. Y por más que muchos la vieron como un fondo de pantalla de los que acostumbramos ver en todos lados, para mí al saber de quién era la obra y al gustarme el tipo de fotografías que hace ese  autor,  la consideraba una de las mejores. Porque para su época no era algo normal como lo notamos ahora y uno al ver una foto debe pensar en su historia y en el contexto en el que fue lograda. 

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